EL ESTATUT Y LA JETA DE LA ÉLITE POLÍTICA Javier Albert Gutiérrez. Alicante, 23/01/06 No son una gran mayoría los que querían un nuevo Estatut para Cataluña. Según las repetidas encuestas, sólo un 5% de los catalanes lo pedían. Esto ha sido una cosa de los líderes políticos. Y a ellos es a los que beneficia, pues van a tener más poder, más dinero, más relevancia social y más clientelas adictas. Los “catalanos y catalanas” de a pie, los que viven de su trabajo privado, van a perder libertad y van a notar como los políticos invaden, cada vez más, su ámbito privado en múltiples cuestiones. Por otra parte, según las últimas encuestas, sólo un 20% de los catalanes consideran Nación a Cataluña. Todo esto está impulsado por siete u ocho líderes en su propio beneficio. Con estas cuestiones distraen la opinión pública de las cosas que verdaderamente les interesa, como es el terrorismo, la seguridad, la inmigración, la sanidad, la enseñanza, la burocracia excesiva, la discriminación por la lengua, el trabajo, la jubilación y las pensiones. El divorcio entre los intereses de la ciudadanía y los de los políticos es cada vez más notorio. Ese una tendencia siempre presente en las democracias. Debido al sistema electoral nuestro este divorcio se ve agravado y se están imponiendo las ideologías de grupos minoritarios radicales, como son IU, Batasuna y ERC. A Zapatero le está pasando lo mismo que a Aznar, que está legislando de espaldas al pueblo. Por lo visto es un vicio en el que caen todos los que llegan a La Moncloa. Lo particular de este caso es que se ha dado en tan sólo dos años de legislatura, y que Zapatero ha entrado a saco, como un borracho en una cacharrería. Todos los nazionanista tienden a apropiarse de la voluntad de sus pueblos. Lo que no sólo es un abuso, sino que es falso. Rovireche cree que Cataluña es él, de la misma forma que Hitler creía que él era España. Lo que le interesa a los ciudadanos “y campesinos” es que el poder político les complique lo menos posible la vida. Así es que todos estos que consideran que la Nación esta por encima de los ciudadanos, no son otra cosa que unos jetas. Y viven de vender humo. |